El día que Granada fue txuri-urdin

Granada será para siempre el Gijón de la Real Sociedad femenina. El Estadio Nuevo Los Cármenes será para la eternidad como ese El Molinón que tanto veneran los aficionados txuri-urdin por lo que significa para la historia de este modesto pero gigante club que pertenece a todo Gipuzkoa. Allí cambió todo para la Real, es un antes y un después. La Real se hacía mayor ante los ojos de la liga, entraba a formar parte del Olimpo de los dioses. Y eso, amigos míos, eso son palabras mayores. Pues eso es Granada también para la Real. Allí también cambió todo. Su sección femenina se hacía visible a los ojos de todo el mundo 14 años después de su creación, y después de un tremendo esfuerzo de mucha gente fuera del campo y de muchas más valientes jugadoras sobre el césped. Hace un año Granada fue txuri-urdin durante una jornada inolvidable, pero inevitablemente lo será para siempre en los corazones de la afición realista.

11 de mayo de 2019 en Los Carmenes. Otra fecha para la historia de la Real. Como aquel inolvidable 26 de abril de 1981 en Gijón. Nahikari García se disfrazó de Zamora, pero sin bigote claro; Kiana Palacios fue Periko Alonso colgando el balón al área; Leire Baños se convirtió en Bixio Gorriz pero dando la asistencia de gol con más 'intención'... y lo demás es historia. Una historia preciosa y que perdurará para siempre en los corazones de la afición de la Real. Por tener, tuvo también su merecida gira por los pueblos de Gipuzkoa, que se volcaron literalmente con sus campeonas. Una Real de leyenda que también tiene su Arconada, Gonzalo, el hermano de Luis Miguel, el del mítico cántico 'no pasa nada, tenemos Arconada'. En Granada fue "tranquilos, percebes, tenemos a Quiñones", porque Arconada se reencarnó en Sun, la mejor jugadora de la final.

La Real Sociedad se llevó la Copa de la Reina la pasada temporada.

Aunque sería injusto no reconocer el mérito de todas y cada una de esas jugadoras que se ha ganado un hueco bien grande en la memoria txuri-urdin. Una Real liderada por mi prima, la eterna Sandra Ramajo, cuya imagen levantando la Copa al cielo de a Granada es ya icónica. Una de esas jugadoras con label Real, con la suficiente personalidad para liderar el momento culmen de la corta pero intensa historia de la Real femenina, cogiendo el testigo de otras grandes jugadoras de la tierra que han ayudado a crecer el fútbol femenino en Gipuzkoa, como la actual directora deportiva Garbiñe Etxeberria, Aintzane Encinas, Maialen Zelaia, Larraitz Lucas, Maite Lizaso... Ellas pusieron la semilla que germinó en Granada con un grupo de jugadoras a las que, un año después, todavía seguimos recordando con pasión y devoción. Y a partir de ahora, acostúmbrense, que va a ser así cada año. No le extraña, ¿verdad?