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Mil, cinco positivos y uno con miedo

Pasada la primera oleada de pruebas en Primera y Segunda, LaLiga sólo ha detectado cinco positivos de futbolistas, a los que hay que sumar tres miembros de cuerpo técnico o personal de apoyo. Cinco futbolistas en el colectivo de mil que es lo que vienen a sumar entre Primera y Segunda, es un dato que avala el operativo de reanudar el campeonato. Los infectados quedarán aislados en espera de su recuperación, que esperamos pronta y feliz. Como si tuvieran un esguince, vaya. Me consta que muchos cruzaban los dedos a la espera del resultado de esta primera tanda de exámenes, y bien podemos decir ya que ha sido muy benigno.

Y volviendo a esos mil, sólo uno, Fali, del Cádiz, líder de Segunda, se ha opuesto a volver. Tiene miedo y el miedo es libre y como tal, respetable. Renuncia a cobrar antes que exponerse. El Cádiz lo acepta y no piensa acuciarle. Es un chico que alguna vez ha jugado con un pie averiado o con una contractura, sin hacer alarde de ello. Ahora tiene miedo y se le respeta, aunque en el club no deja de haber la esperanza de que cambie su postura. El hecho de ser el único entre mil quizá le haga cambiar. O no. En el segundo caso, el Cádiz jugará lo que resta con esa baja, pero bajas hay en todos los equipos en cualquier tramo de la temporada.

A todo esto, me parece que David Aganzo se ha visto pillado a contrapié y se nota en sus intervenciones. Desliza problemas para la reactivación del fútbol profesional y al tiempo se queja del cerrojazo de la Segunda B y la Tercera. Echó en falta su presencia en la reunión del Palacio de Viana, pero es que aquello era delicado y consistía, sobre todo, en conseguir un armisticio entre Tebas y Rubiales. Ya antes de eso se sentía incómodo, porque Rubiales le estaba arrebatando la bandera de la salud de los futbolistas. Ahora quiere recuperar un terreno que le achicaron en su día pero temo que ya no está a tiempo de jugar aquel partido al que no le invitaron.