Final de Copa: sin fecha pero con gente

Mientras vamos arrancando hojas del calendario esperando la reanudación de LaLiga, la fecha de la final de Copa parece mucho más lejana. Los Elizegi, Aperribay y Rubiales están de acuerdo en dejarla para cuando se pueda jugar con público y yo les aplaudo. El fútbol a puerta cerrada nos sabe mal a todos, pero ya estamos resignados a terminar LaLiga así. Es mejor que nada. Pero una final de Copa sin público me cuesta más imaginarla. Y si pensamos que se trataba de la primera entre el Athletic y la Real, en la ilusión con que la esperaban, en lo bien que mezclan sus colores, en la rivalidad de un siglo, la idea resulta insoportable.

La UEFA rechazó el plan de Rubiales según el cual si no hubiera final ambos irían a la Europa League. La idea consideraba que el séptimo de LaLiga no tiene derecho adquirido 'per se' a esa plaza, sino que le corre si el campeón de Copa está entre los seis primeros. Sin final de Copa a tiempo para la inscripción, Rubiales pensó que esa plaza debería ser para el finalista mejor clasificado y que si éste figurara entre los seis primeros, sería para el otro finalista. Pero eso no pasará, la UEFA antepone al séptimo de LaLiga, y aun así, el Athletic prefiere renunciar a la posibilidad de estar en Europa antes que jugar una final sin gente en las gradas.

La Real no está en ese caso, tiene Europa prácticamente asegurada, pero a la vuelta de verano quizá haya perdido a Odegaard y a Isak. Como el Athletic habrá perdido a Aduriz, para el que este partido era la despedida ideal. Pero una final es un partido para la gente, un partido al que se va en familia, en cuadrilla, que se disfruta y se comenta de generación en generación. Me ha gustado que las tres partes, Federación, Athletic y Real, hayan anunciado la decisión conjuntamente, y hasta sueño que para cuando se anuncie que podemos volver al fútbol, dé tiempo de montar esa final para que sea el primer partido de la salida del túnel.