La última bola de Serena y Federer
"Devastado”, escribió Roger Federer cuando conoció la noticia de la cancelación de Wimbledon 2020. “En shock”, fue la respuesta de Serena Williams. El suizo y la estadounidense tienen varias cosas en común. La primera, que han dominado el tenis mundial durante diversos periodos y todavía ostentan varios récords. La segunda, que ambos nacieron en 1981. Sus 38 años actuales son ya una edad complicada para un tenista, una dura cuesta que será todavía más empinada cuando el Grand Slam sobre hierba reaparezca en nuestras vidas. “El tiempo no es su amigo”, dijo Mats Wilander sobre los dos ex números uno en una reciente entrevista. Una de las mermas deportivas que ha provocado la pandemia es, precisamente, perdernos a dos campeonísimos en el final de sus carreras.
Serena, que no conquista un Grand Slam desde 2017, se encuentra a uno de empatar la plusmarca de 24 títulos de Margaret Court. Desde entonces ha perdido dos finales de Wimbledon y otras tantas del US Open. Una maldición que le persigue. Federer, que se coronó por última vez en Australia 2018, se ha frenado en un número redondo, 20 grandes, pero sus perseguidores no han parado de sumar: Rafa Nadal tiene 19 y Novak Djokovic, 17. El suizo lo acarició el año pasado en una épica final en el All England, pero sucumbió ante el serbio después de desperdiciar dos pelotas de partido con su servicio. Muchos federistas, y quienes no lo son, vieron volar con aquellas dos bolas su último grande. Federer, con ocho títulos, y Williams, con siete, están muy conectados a Wimbledon. Una oportunidad que también se ha esfumado en 2020, con un año más en el carnet de identidad. Todavía faltan por celebrarse el US Open y Roland Garros, si el coronavirus lo permite. Un Tourmalet para Nadal, que ganó ambos en 2019. Pero la hierba de Serena y Roger, y también su tiempo, se aleja.