Ya que por estos días se hace difícil planear el futuro (nada tiene fecha de regreso) queda tiempo para balances y proyecciones de lo que hubiera podido ser. Colombia está en aislamiento obligatorio y desde el 13 de marzo se paró el fútbol en el país. La Conmebol hizo lo propio con las Eliminatorias (y la Copa América) que siempre ilusionan, aplazando también la posibilidad de ver a la selección de Queiroz y en particular a James del que sabemos poco.

Un análisis basado únicamente en los números de esta temporada con Zidane sería más que desalentador sobre su presente. Definitivamente el míster no le vio valor en la plantilla y James parece estar conforme. En ese contexto, los partidos frente a Venezuela y Chile eran la oportunidad para confirmar en vivo y en directo la realidad física, mental y deportiva del mediocampista que (casi) siempre eleva su nivel con la camiseta de Colombia.

Lo que no para en el mundo son los rumores sobre fichajes. En Inglaterra hablan de un interés del Arsenal. Es evidente que James está en la línea de salida del Madrid y que su bajo valor deportivo para el club lo convierte en moneda de cambio. También aparece (como en cada mercado) un viejo conocido, uno de los entrenadores que más lo potenció: Carlo Ancelotti. Lo quiso llevar a Nápoles y ahora lo vería bien en Everton. Ojalá James elija bien esta vez.