Con un buen tratamiento, Courtois podría jugar
El resultado del domingo pasado en el estadio Villamarín contra el Betis, no fue lo peor del Real Madrid, ya que Courtois jugó con un vendaje de protección en el muslo izquierdo y, terminado el partido, se le vio andar cojeando camino del vestuario. El portero belga presentaba ya molestias en la zona del aductor izquierdo, que se acentuaron en el trascurso del partido, motivo por el cual le han realizado estudios radiológicos mediante una resonancia magnética. Los aductores son un grupo de cinco músculos que van desde el pubis hasta el tercio distal del fémur y cuya función más importante es la de aproximación de la cadera y estabilización de la pelvis.
Es de esperar que no sea una lesión importante. Al tratarse de los aductores en un portero, los gestos deportivos no son iguales que en un jugador de campo, en el que las exigencias físicas, las distancias recorridas y los cambios de ritmo son constantes, con lo cual no hay que perder las esperanzas de que esté presente en la vuelta de la Champions contra el Manchester City. He dicho muchas veces que cuando un jugador está en su mejor momento, cuánto más fino anda, la lesión está más cercana. Y este caso no es una excepción. Quedan todavía ocho días para el partido y yo pienso que, con un buen tratamiento de fisioterapia, Courtois estará en la portería blanca.