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El disparate FIBA en su versión 2.0

Aunque nos hayamos acostumbrado a digerirlo, y hasta le hayamos cogido el gusto, el alimento sigue igual de insano. Vuelven las Ventanas de la FIBA en su versión 2.0, una competición por países metida con calzador en el saturado calendario del baloncesto, que ha generado la incoherencia de presenciar, el mismo día y casi a la misma hora, un Rumanía-España válido para el Eurobasket 2021 y un Fenerbahçe-Real Madrid de la fase regular de la Euroliga. No es la primera vez que ocurre. Y, vista la voluntad de los órganos implicados, tampoco la última. Un sinsentido que comenzó en noviembre de 2017 en su versión 1.0, camino del Mundial, y que tuvo un final feliz con el pasaporte para China y el posterior oro, aunque pudo ser un desastre. Que se lo pregunten a la Eslovenia de Doncic.

De aquellos jugadores magistralmente coronados en Pekín a las órdenes del mago Scariolo, sólo jugarán en Rumanía, 158 días después, Beirán y Rabaseda, dos de los que tuvieron una participación más simbólica en la conquista del título. Esta Selección representa lo mismo que aquella, a España en el concierto internacional del básquet, pero no es la misma Selección. No está ninguno de los 14 jugadores seleccionables de la Euroliga ni de los cinco de la NBA. Sí ha acudido a la llamada Sebas Saiz, directamente aterrizado desde Japón, que disputó con actitud ejemplar todos aquellos partidos de clasificación, y luego ni siquiera estuvo en la preselección para el Mundial. Es la parte modélica de las absurdas Ventanas, el compromiso de estos héroes que lo dan todo por su país y por su deporte, aun a sabiendas de que seguramente no viajarán a las fases finales. Es muy posible que ninguno de los jugadores que estarán este jueves en Cluj y el domingo en Zaragoza compita el próximo verano en Tokio 2020, y eso que sin ellos no hubiera habido Juegos Olímpicos. Nunca nos cansaremos de aplaudirles.