Bordalás y las costuras del Barça de Setién

Orgulloso hijo de sastre. José Bordalás, el técnico de moda en el fútbol español, siempre mostró el orgullo por sus orígenes. Su padre, sastre de profesión, seguro que le inculcó el cuidado por el detalle, la importancia de los patrones, el valor de cada puntada, del corte y de la confección. El traje de Bordalás le sienta como un guante al Getafe, que se ha convertido en el equipo que mejor compite de todo el fútbol español.

Choque de estilos. En menos de una semana, el Geta se va a enfrentar al Barça de Setién, como tercero de LaLiga, y al Ajax en la Europa League. No deja de ser un hito extraordinario, desde una manera muy particular de entender el juego. Casi por contraste, es llamativo. Se dice demasiado que el Getafe es el equipo que menos pases da de LaLiga en ataque, pero se dice bastante poco que eso es así porque es el conjunto que más alejado defiende de su portería y, por lo tanto, suele robar el balón cerca del marco rival. Cucurella, de la cantera del Barça, está entre los tres futbolistas que más corren del campeonato.

La dicotomía con Setién. El éxito del Getafe está plagado de matices en un equipo de autor. Su principal virtud es que deja ver las costuras de sus rivales, por su intensidad, físico, solidaridad en todos sus componentes y porque tiene tres delanteros extraordinarios, que capitalizan el enorme esfuerzo del equipo sin balón. La propuesta de Setién está en las antípodas. El problema para el hoy técnico del Barça fue intentar afear en su día a los que, con menos mimbres, logran competir e incluso hacer historia. Sería edificante para el fútbol el apretón de manos con Bordalás antes del partido.

Basket y 5G, buen binomio. En la Copa del Rey de baloncesto, la mejor competición del deporte español, te puedes encontrar con numerosas sorpresas insospechadas como la derrota del Barcelona o como la oportunidad de probar una experiencia inmersiva de Movistar para ver el partido en formato 360, eligiendo una de las tres cámaras que puedes cambiar sólo con la mirada. El jueves disfruté así del primer cuarto del partido Valencia Basket-Barça y resulta increíble. Sin mareos, por cierto. Es evidente que tanto la calidad de la imagen como el peso de las gafas va a evolucionar, pero se trata de un salto extraordinario en la experiencia audiovisual.