La reconquista de Isco
Por la cuenta que le tiene, es ahora más comprometido, más solidario y, como en todos los ámbitos de la vida, los años enseñan a decodificar mejor el juego. Siempre habrá que agradecerle a Zidane que donde la gran mayoría veía un problema, él no solo vio una solución, sino la recreación del futbolista que nunca se deja de ser. Mucho más importante que le brille la frente de sudor es que Isco haya recuperado el brillo de sus ojos. El Bernabéu siempre fue especialmente cariñoso con aquellos que apuran la carrera hacia ese balón inalcanzable, pero el malagueño aún necesita unas cuantas exhibiciones para recuperar el cariño de la grada. Pelearse con el mundo, para un seductor como él, nunca fue buena idea.