Esos pases impecables de Kroos
En la transmisión de Carrusel Pedja Mijatovic lo clavó desde sus primeras palabras: el Madrid iba a hacer un partido cauteloso, sin desgaste, confiando en que en algún momento cayera un gol. Y si no, el empate no estaría mal, pues le colocaba líder. Al final, fue la primera opción: avanzada la segunda parte, un centro impecable de Kroos, tras rebote de un córner, fue cabeceado con espléndida precisión por Nacho, ese suplente que siempre está para lo que gusten mandar. Un gol, un solo gol, que coloca al Madrid tres puntos sobre el Barça, que me figuro que está empezando a pensar que el relevo de entrenador ha podido ser precipitado.
Un impecable centro de Kroos, decía. Otro igualmente preciso lo había convertido en gol Casemiro en el principio del partido, anulado por el VAR por un off-side de flequillo. La precisión de Kroos en los centros al área, lo mismo en los córners que en los envíos oblicuos como los que dieron el gol que no valió y el que sí, es toda una baza para el Madrid. Ese es el tipo de armas que deciden partidos equilibrados. El Valladolid es equipo que ataca poco pero desarma muy bien el juego de los rivales. Con el Madrid también lo logró, consiguió que apenas le llegara, pero quedó ese fleco suelto, la precisión de los envíos de Kroos.
El juego del Madrid, ya está dicho, no fue bueno. Sus laterales, Nacho y Mendy, subieron poco, la media de cuatro, en la que faltó Valverde, manejó el balón, pero el Valladolid, tan bien puesto, les dejó conectar poco con Benzema y Rodrygo, chico éste que tiene gran toque para el pase y buena pegada para el disparo, pero del que aún espero que se suelte para encarar, porque condiciones tiene. Así, todo el partido fue un ir pasando el tiempo hasta ver si caía el gol, que llegó a tiempo para encaramar al Madrid al liderato justo ahora que el Barça se ha enredado en las dudas que él mismo se ha ido creando. Zidane es el que tiene ahora la moneda.