Doncic maravilla en la NBA

Después de un mes y medio de competición, con un cuarto de la temporada regular ya cubierto, Luka Doncic se ha convertido en la gran sensación de la NBA. El pasado lunes batió una marca de Michael Jordan, palabras mayores, y su nombre circula de boca en boca entre los mitos del campeonato, de Shaquille O’Neal a LeBron James, de Dirk Nowitzki a Steve Nash. A estas alturas, nadie duda de que jugará el All-Star en Chicago, el templo de Air Jordan, el 16 de febrero, doce días antes de cumplir 21 años. Y también suena como MVP del curso, junto a Giannis Antetokounmpo, James Harden y el propio LeBron, que ya lo exhiben en su palmarés. Nadie a su edad ha sido coronado como Jugador Más Valioso, por lo que la inclusión de su candidatura en la quiniela supone un reconocimiento, aunque luego no se consume. Sus estadísticas (30 puntos, 9,8 rebotes, 9,2 asistencias) están al nivel de los mejores, pero eso no serviría de nada si no tuviera influencia en el rendimiento de su equipo, los Dallas Mavericks, que actualmente progresan en puestos de playoffs.

La camiseta de los Mavs también obliga, porque es la que vistió el mejor europeo de todos los tiempos en la liga norteamericana, una leyenda: Nowitzki. Ahí tiene el referente. Su eclosión, ya anunciada la temporada anterior como Rookie del Año, ha roto algunos clichés enquistados en la NBA respecto a los jugadores llegados de Europa, que todavía se ven erróneamente inferiores a los formados en la NCAA. Esa desconfianza se comprobó en el Draft, donde el esloveno fue elegido con el número 3 y luego traspasado a cambio del 5. Una apuesta que no tuvo presente que Doncic, con 18 años, ya fue el MVP de la Euroliga y lideraba a un grande de este lado del charco, el Real Madrid. De ahí procede esa madurez que ahora tanto sorprende. Acá, en el Viejo Continente, ya lo sabíamos.