Mientras Colombia palpita en una movilización social histórica, Egan Bernal recibirá el Premio AS América por ese Tour de Francia que fue una victoria para padres y abuelos, una recompensa para los que alguna vez montaron en bici imaginando que pedaleaban en los Alpes… para los que ya no están. El triunfo de todo un país que se ha sobrepuesto a su propio destino y que espera de sus deportistas las alegrías esquivas en otros rubros de la vida.

Egan fue el primer colombiano en recorrer los Campos Elíseos vestido de amarillo, el único latinoamericano que ha subido a lo más alto del podio en París. Richard Carapaz avisó en nombre de América Latina en el Giro y él respondió un mes después en Val Thorens. Sus compatriotas Parra, en 1988, Nairo, en 2013, 2015 y 2016, y Urán, en 2017, demostraron que el sueño estaba cerca. Era un anhelo colectivo que mereció una celebración inolvidable.

Bernal tiene 22 años y la madurez de un campeón. Palabras justas e ideas trabajadas como su talento. Pasó del ciclomontañismo a la ruta con naturalidad. El corazón le pide correr el Giro y el Tour en 2020. Confía en que el Ineos forje el engranaje preciso para que él, Froome, Thomas y Carapaz brillen en las grandes. En la carretera, contará con Brandon Rivera, un amigo de la vida, y 19 colombianos más en el World Tour. Salud por nuestros escarabajos.