Era el mejor entrenador. Cuando decía algo, ocurría. Los torpes fuimos nosotros”. La frase es de Luis García refiriéndose a Tintín Márquez, entrenador en la campaña 2008-09 que apenas duró 13 encuentros y fue despedido por los malos resultados. Es curioso que un técnico tan breve y sin cuajo (había estado cuatro años antes segundo entrenador) sea el mayor inspirador de Luis García, que ha estado bajo las órdenes de Lotina, Valverde o Pochettino en el Espanyol. Una contradicción que es bastante habitual en el mundo del fútbol.

Porque las victorias no están siempre relacionadas con el conocimiento. Hay sabios que se han estrellado, y tipos con cuatro ideas que han triunfado. Los segundos pasan a la historia por su palmarés y éxitos, traspasan la pantalla para ser mitos de los aficionados. Los primeros, en cambio, logran otro éxito, quizás más reconfortante, el aprecio de los futbolistas. Son fuentes de inspiración. Si el asturiano algún día entrena al Espanyol o a otro equipo de Primera siempre dirá que el técnico que más le marcó fue Tintín. Otra manera de crear un legado aunque las estadísticas digan lo contrario.