Márquez y Márquez, en el adiós de Lorenzo

El Mundial de motociclismo echa el cierre con el Gran Premio de la Comunidad Valenciana, donde dos españoles han llegado con el título atado: los hermanos Márquez, Marc y Álex. Esta última carrera tenía que haber sido una fiesta para ambos, un paseo triunfal para celebrar el trabajo bien hecho, y lo será, pero los recientes acontecimientos han añadido un poco más de salsa a la despedida del curso. El anuncio de retirada de Jorge Lorenzo ha dejado una plaza vacante en el Repsol Honda para formar dúo con el campeonísimo Marc. De entrada se dio por hecho que la moto era para el francés Johann Zarco, también han sonado Crutchlow y Nakagami, pero según avanzaron las horas tomó fuerza el nombre de un bicampeón del mundo de apellido ilustre: Álex Márquez.

Antes de que transcendiera la noticia de Lorenzo, Marc había declarado que su hermano “está preparado y se merece correr en MotoGP”. No sabemos si ya tenía en mente la posible baja de su compañero de escudería, pero la afirmación, en cualquier caso, ponía el semáforo en verde para la llegada de Álex. Una vez oficializado el adiós, Marc ha insistido en resaltar la calidad del pequeño de los Márquez, pero ha matizado que no forzará la situación. Es decir, el ocho veces campeón del mundo se ubica, supuestamente, en una posición de neutralidad. Aun así, su relevancia puede influir en la decisión, aunque sea de forma indirecta, porque Marc Márquez tiene que renovar su contrato a finales de 2020. Y, con su hermano cerca, seguramente firmará más contento.

Mientras se deshoja esta margarita, el Mundial se despide en Cheste. Será un día especial para Jorge Lorenzo, que se montará por última vez en una moto en el campeonato, y lo hará en un circuito español, donde recibirá el cariño de la afición. El futuro, a partir de ahora, lo escribirán otros.