Lorenzo: "No me compensaba quedarme otro año por dinero"
Entrevista con el pentacampeón para cerrar el anuncio oficial de su retirada como piloto al acabar el GP de Valencia. La decisión, un alivio para el mallorquín.
Entrevista con Jorge Lorenzo en el hospitality de Honda situado en el Ricardo Tormo de Cheste, para cerrar el día del anuncio oficial de su retirada como piloto al acabar el GP de Valencia. La decisión tomada resultó un absoluto alivio para el mallorquín.
-¿Por qué?
-¿Por qué? No es un solo motivo. Son diversos aspectos y diversas circunstancias que han hecho que sintiese que era el momento adecuado para dejarlo. No han ayudado las lesiones. Seguramente, sin esas dos lesiones fuertes, sobre todo la de Assen, quizá hubiese aguantado como mínimo un año más y luego no se sabe qué hubiese pasado, pero en Honda, quizá me hubiese mantenido hasta 2020, pero ha sido un año difícil. Ya empecé lesionado la temporada y, cuando empezaba a ver la luz, tuve esas dos caídas y a partir de ahí la montaña, que ya era alta, después de Assen se volvió mucho más alta. Demasiado alta para mí, para intentar encontrar la motivación. No pude encontrarla, a pesar de que lo intenté hasta el final. Me he dado cuenta que, después de todo lo conseguido, con 32 años, si no es para intentar ganar carreras al menos, y no digo campeonatos, que es muy complicado, no me vale la pena el sacrificio que implica ser piloto. Los viajes, los compromisos, la presión que implica correr cada fin de semana, el duro entrenamiento diario, las caídas, las lesiones. No me valía la pena eso para no poder ganar y no poder disfrutar al menos un 20 por cierto del tiempo, aparte de los sacrificios.
-Se va con 32 años a un Mundial al que llegó con 15, en Jerez 2002. ¿Imaginaba entonces que llegaría donde lo ha hecho?
-Me acostumbré a ganar desde pequeño, porque en Mallorca siempre ganaba a los niños mayores que yo. Cuando llegué a la Copa Aprilia, el primer año no gané porque empecé en la tercera carrera, pero en el segundo ya gané, en el 98, y también en el 99. En el CEV me costó bastante en el primer año, pero al siguiente ya gané el Europeo y llegué al Mundial. El Mundial fue difícil, pero luego empecé a ganar otra vez. Primero, en Brasil 2003 y todo fue rápido. Llegué a dos y medio y gané dos mundiales con Aprilia. Y luego en llegué a MotoGP y en la primera carrera hice primero y segundo. En la segunda, pole y tercero. Y en la tercera, pole y victoria. Me acostumbré a ganar. Siempre he sido muy competitivo y he ganado mucho. He tenido momentos de todo tipo, pero sobre todo buenos y, después de 17 años haciendo siempre lo mismo… La mayoría de las personas cambian de trabajo cada cuatro años, pero yo he estado 17 años haciendo lo mismo. Viajando a los mismos países, a los mismos hoteles y circuitos, conviviendo con la misma gente. Por eso estoy triste, por dejar muchos amigos que tengo aquí, pero al final siempre haces lo mismo y, si encima los resultados no te acompañan, y te lesionas, y ves que no tienes el paquete para luchar por ganar, ya no me compensaba.
-No le merecía más la pena.
-No merecía la pena. Con 23 años, quizás sí, hubiera apretado los dientes y hubiera aguantado, pero con 32 no lo veía.
-¿Se ha arrepentido en algún momento durante el año de no haber escogido para este año la Yamaha que tuvo en la mano y que acabó siendo para Quartararo?
-Nunca he sido de los que miran para atrás ni de los que se arrepienten de lo que han hecho. Es por dos cosas, porque estoy muy agradecido a lo que he vivido y quiere decir que he tomado muchas decisiones correctas, y también porque en la vida todos estamos contando decenas de decisiones a diario y, si eres afortunado, el 60 ó 70 son buenas y el resto mala. Una vida sin tomar malas decisiones es imposible para cualquiera. A toro pasado todo el mundo es valiente y sabio. Si no me hubiera ido de Yamaha, a lo mejor habría ganado otro Mundial y más carreras, con menos lesiones y seguiría más tiempo, pero en 2016, con los conocimientos que tenía y las ganas que tenía de nuevos estímulos, ahora volvería a tomar la misma decisión (irse a Ducati).
-Ganó a Rossi en Yamaha con sus mismas armas. ¿Ha comprobado que era imposible ganar a Márquez con la misma Honda?
-Imposible hay pocas cosas, pero sí improbable y poco realista. A corto plazo, seguro. A medio plazo, muy difícil. Y a largo plazo, ya no tenía yo tiempo ni Honda paciencia para ver qué pasaba.
-¿Qué consejo le daría al que herede su moto y quién cree que será?
-No lo sé. Es una decisión de Alberto (Puig) y de Honda. Suenan varios nombres, pero no estoy muy pendiente de eso. Puede ser que venga un piloto agresivo, como Márquez, que pilote con la rueda trasera y se adapte perfectamente a la moto, como también que le cueste bastante.
-Puig ha dicho que ha tomado una decisión valiente. ¿Ha renunciado a mucho al optar por la retirada? Yo vi la carrera a pie de pista en Australia y no le reconocía yendo tan lejos de la cabeza.
-No parecía yo, pero es que la línea entre acabar decimoquinto y ganar la carrera es tan delgada y depende de tantos factores que todo puede cambiar muy rápido en MotoGP. En 2017 pelee con Abraham en Australia por entrar en los puntos y luego casi gano a la semana siguiente en Malasia. ¿Cuál era la pregunta?
-¿Si es una decisión valiente y si ha renunciado a mucha pasta?
-Me da igual lo que transmita, si es valiente o cobarde, porque para mí es lo mejor y como persona debo pensar en mí. Me sabe muy mal por Honda, porque Alberto confió en mí. Lo convencí para que apostase por mí y no salió bien. Le decepcioné a él y a Honda, pero no lo hicimos a posta. Intentamos dar lo mejor, pero no cuajó esa combinación y las lesiones no ayudaron nada, así que esto es lo mejor para ellos y para mí. Ni Jorge Lorenzo ni Honda están para luchar por coger puntos, ni para hacer décimos o quintos o incluso terceros. Somos ganadores, lo hemos demostrado casi siempre, y si no cuaja la combinación siento que es el momento de decir basta. Es una decisión totalmente mía. Me podía haber quedado otro año por dinero o por estar aquí, pero no me compensa.