Álex Márquez, mucho más que el hermano de Marc

"Lo que me falta a mí lo tiene Álex como punto fuerte... Es la paciencia, pensar encima de la moto y valorar todas las situaciones", decía Marc Márquez sobre su hermano pocos días después del primer doblete de hermanos en 2014. Esa paciencia que le llevó al título de Moto3 en una angustiosa carrera en Cheste, la misma que le ha hecho tirar de calculadora en las últimas carreras para gestionar una ventaja bien ganada a base de regularidad, esa misma que le hizo estar tranquilo y levantar la moto para evitar la caída cuando Binder se tiró en Sepang para adelantarle y meterle más presión. Siguió a lo suyo, aguantó en la posición que precisaba y cerró el campeonato. Álex Márquez ya es bicampeón del mundo, ahora en Moto2, igualando a su hermano en entorchados antes de llegar a MotoGP.

El pequeño de la saga de Cervera lo ha vuelto a hacer usando sus armas y sacándose esa espina que le persigue como 'hermano de'. Cuando dé el salto a la categoría reina ya nadie podrá decir que lo hace por ninguna otra circunstancia que no sea la realidad: por méritos propios. Campeón del mundo de las dos categorías inferiores hace que si no sube a MotoGP, cuando llegue el momento, será ahora algo inexplicable. Marc y Álex se idolatran, sólo ellos saben la cantidad de trabajo que hay detrás para tanto éxito. Mutuamente se ayudan, se enseñan, hacen de psicólogo, de paño de lágrimas, de brazo al que asirse en los momentos más duros... Ahora es momento de celebrar, Marc y Álex vuelven a ser campeones en el mismo año, como en 2014. Marc Márquez y Álex Márquez, un mismo apellido y dos campeones diferentes.