NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Cuántos problemas soluciona y cuántas carencias disimula un goleador. Esta verdad irrefutable del fútbol está siendo contrastada por segunda temporada consecutiva en Valdebebas. Sin un killer que tenga el gatillo fácil todo es mucho más complicado y en el Madrid, ahora mismo, no lo hay. Benzema está haciendo todo lo posible por asumir ese papel y no se le puede hacer ningún reproche, pero su ADN es otro y no siempre puede responder. En los tres partidos de esta Champions el 9 francés no ha visto aún portería y en toda la edición del año pasado hizo cuatro goles. No son cifras de un pistolero. Hazard, cuando se afine, aportará algunos goles, pero no se le puede esperar como un rematador voraz porque no lo es. Con Bale hay que empezar rezando para que pueda jugar y luego creer en el milagro de sus goles que finalmente llegan sólo con cuentagotas. Jovic no sabe dónde anda. La cara que puso en Estambul cuando Zidane le pidió que jugase en la banda fue de no entender absolutamente nada.

El problema se hace más grande cuando los enormes delanteros que hay por Europa, y que en algún momento sonaron para el Madrid, demuestran su pegada cada jornada. Lewandowski, Harry Kane o Mbappé están demostrando lo que valen. Hasta Icardi parece que no ha olvidado el oficio. Cualquiera de ellos sería titular aquí.