Otro equipo de autor de Antonio Conte
Con Juventus en el horizonte. El impresionante arranque del Inter en la liga italiana, en la que ha ganado los seis partidos que ha jugado, ha abierto un comprensible debate de prioridades en el entorno del club, consciente de lo complicado que resulta querer abarcarlo todo en una fase tan inicial del proyecto de Antonio Conte. El domingo visita el Meazza la Juve, ganadora de los ocho últimos scudettos y situada en segunda posición a dos puntos. Acabar con la hegemonía bianconera supone un reto muy estimulante para cualquier interista, pero el empate inicial frente al Slavia de Praga dejó al técnico sin mucho margen de maniobra: sacará onces extremadamente competitivos en los dos partidos.
Entre el 5-2-2-1 y el 5-1-2-2. Conte es fiel al sistema con el que conquistó la Premier con el Chelsea y que ya empezó a utilizar en su etapa en la Juventus: ha jugado todos los encuentros con tres centrales y dos carrileros largos. Se permite, sin embargo, alguna variación para que le quepan juntos Romelu Lukaku y Lautaro Martínez. Cuando se decanta por esta opción, el centro del campo lo componen un medio centro –Brozovic, que está a gran nivel- y dos interiores. En las citas en las que deja al belga solo arriba, forma con un doble pivote y con dos medias puntas que alternan el juego interior con las caídas a los costados. A futbolistas como Politano o Alexis Sánchez les beneficia más este esquema.
D'Ambrosio, termómetro de la osadía. Otra variante que determina el grado de atrevimiento del Inter en cada partido es la posición que ocupa Danilo D'Ambrosio. Si Conte lo ubica como tercer central junto a De Vrij y Skriniar y le entrega la banda derecha a Candreva, estamos ante la versión más ofensiva del Inter. Si en cambio Godín es el que completa el trío de la zaga y D’Ambrosio es el carrilero, el equipo tiene un cariz más conservador.
Sensi y Barella, las nuevas joyas. Lukaku, Alexis y Godín fueron los fichajes más mediáticos del mercado del Inter, pero quizá las adquisiciones más ingeniosas y rentables las realizó en el centro del campo. Stefano Sensi, que ha llegado cedido del Sassuolo con una opción de compra de 25 millones, está siendo el mejor jugador en lo que va de campaña. Tiene 24 años, y además de poseer el dinamismo necesario para formar parte de un equipo de Conte, dispone de una gran calidad en el golpeo de balón con la pierna derecha y es el futbolista más asociativo de la plantilla. En condiciones y cifras similares llegó Nicolò Barella desde el Cagliari: menos pausado que su compañero, abarca mucho campo y contagia intensidad, además de elegir con mucho criterio, algo verdaderamente complicado a la velocidad a la que juega.
Sin nostalgia de Icardi. Aunque lamentablemente ha ocupado más titulares de prensa por ser la diana de la intolerancia y el racismo, Lukaku está consiguiendo con su rendimiento que no se perciba el impacto de la salida de Mauro Icardi. Los partidos con muchos espacios para arrollar en carrera ante rivales fuertes que se exponen siempre se le han dado bien.