El Bernabéu espera al mejor Hazard
La Champions vuelve al Bernabéu y alguien me recuerda que los dos últimos partidos de la competición jugados allí acabaron en derrota local. Primero, la inofensiva pero molesta ante el CSKA, 0-3 en el partido que cerraba el grupo; luego, la demoledora ante el Ajax, por 1-4, punto crítico de aquella semana trágica que se llevó por delante a Solari y su proyecto de renovación, que apuntó cosas buenas pero murió en la cuna. Ahora vuelve al Bernabéu la Champions con el recuerdo próximo del 3-0 en París, que produjo un efecto de contrición en el grupo que se ha apreciado. Ya son tres partidos sin encajar un gol.
Zidane renovó la confianza en los apalizados por el PSG y éstos le han devuelto el gesto tomándose las cosas más en serio. Aunque, una vez conseguido eso, se echa en falta más brillantez por arriba. Esa ha sido siempre la gran ambición del Madrid y de sus aficionados, y la piedra angular de sus éxitos numerosos en la historia, algunos muy recientes: un equipo con vuelo, que ataque, que provoque muchos ¡uuuuyyyyssss! y su correspondiente cosecha de goles (un gol cada tres ¡uuuuyyyyssss! viene a ser la ecuación). Para eso hace falta que el equipo no sólo resista atrás, sino también que empuje hacia arriba.
Y, llegados ahí, que los artistas de arriba respondan. Ahí está siempre de guardia Benzema, Bale ya sufre molestias y ¡ay! Hazard no aparece todavía. Ayer compareció ante la prensa y lo reconoció sana y humildemente. No está siendo el de Bélgica y el del Chelsea. Un chispazo es todo lo que ha ofrecido hasta ahora y no hay que olvidar que tiene el sitio y el número de Cristiano Ronaldo, y que tras él hacen cola Vinicius, Rodrygo, Isco, se podría decir que incluso James... Conseguido el cero atrás ahora se espera el poderío arriba. Y se espera particularmente a Hazard, el fichaje gordo del año. La prueba del Brujas es seria para todos, pero más aún para él.