El Madrid pega primero
El Real Madrid ha pegado el primero en la temporada de baloncesto, igual que en el pasado curso pegó el último. Entonces revalidó el título de Liga y ahora ha reeditado su corona en la Supercopa. En ambas ocasiones ha tenido la misma oposición enfrente, a su eterno rival, el Barcelona. El retorno de Svetislav Pesic al banquillo azulgrana en vísperas de la Copa del Rey 2018, que ganó, inició una racha victoriosa para su equipo que llegó a generar ciertas dudas en Pablo Laso. El Barça de Pesic alcanzó un balance favorable de 6-2 antes de arrancar la final de la última Liga Endesa. Y ahí cambió todo. El Madrid resolvió aquella eliminatoria con cierta solvencia (3-1), la misma que mostró este domingo en el WiZink Center. El cara a cara Pesic-Laso se ha reducido ya a un insignificante 7-6, que anula cualquier amago de cambio de ciclo, si es que alguna vez hubo esa tendencia real. Lo que se vio en el Palacio fue a un Madrid claramente superior, más ensamblado y certero, aunque tampoco habría que sacar conclusiones precipitadas. Esto acaba de empezar.
La Supercopa deja una imagen bien distinta de cada finalista. Mientras en este Madrid se distinguen los mismos mecanismos de la última campaña, con las incorporaciones nada chirriantes de Laprovittola y Mickey; en el Barça se adivina un grupo de rebosante calidad, todavía poco engranado, con demasiados refuerzos (Mirotic, Delaney, Higgins, Davies...) y con una baja sensible (Heurtel). Los de Laso juegan de memoria y los de Pesic todavía no saben a qué tienen que jugar. Esta sensación de arranque de temporada seguramente se borrará partido a partido, porque con la pedazo de plantilla que ha montado el Barcelona, es imposible que no logre hilvanar un buen baloncesto. El primer alirón ha sido del Madrid, igual que fue el último. Pero queda mucho trecho.