La Vuelta pone foco en la España vacía
Tardes de Vuelta a España, tardes para admirar paisajes en su mayoría desconocidos, ignorados pero que merecen nuestra atención. La etapa de ayer, por ejemplo. Un recorrido por el sur de la provincia de Teruel, entre estupendos cañones, bosques y pueblos perfectamente ofrecidos por RTVE. Con tanta frecuencia sufre críticas RTVE que es bueno aprovechar la ocasión para alabar su metódica localización de los recorridos para que el helicóptero nos lleve a casa tantos rincones bellos, bien glosados en las voces de Carlos de Andrés y de Perico Delgado. La Vuelta busca esos rincones y los ilumina gracias a la tele.
Hay una España que crece y aturde en las grandes ciudades y en el litoral, y otra sufriente, menguante y olvidada en tantas y tantas comarcas de una belleza y posibilidades a las que vivimos de espaldas. Por ahí pasa la Vuelta como un carrusel de fantasía. Un Valverde puede pasear su maillot arcoíris por mil lugares a los que nunca acudiría Messi a jugar un partido. La Vuelta saca a la calle estos días a los residentes y a los veraneantes, que han estado disfrutando el protagonismo de su comarca en el televisor y saltan felices a la calle cuando los corredores pasan. Un instante fugaz, pero que deja polvo de estrellas.
Y, por cierto, lo de ayer fue un etapón, con la larga escapada de tres modestos a los que el pelotón dio tanta cuerda que no les pudo coger. Luego, la subida a Javalambre, como bien había anunciado Perico en su sección ‘Pericopuertos’ (otro modelo de tele bien hecha), provocó una escabechina. Hubo emoción por si llegaban los modestos y hubo emoción por las brechas entre favoritos. La victoria de Madrazo premió al Burgos BH, el equipo más modesto de la Vuelta, el que cada día está en la escapada por si suena la flauta. Ayer sonó para Madrazo y para su equipo, que hizo doblete mientras por atrás se provocaba un cambio de líder. ¡Viva la Vuelta!