Nadal pelea por su Historia
Rafa Nadal dice que pelea por su propia historia. Por sentirse bien, por aspirar a lo máximo, por construir la narración de su carrera personal. “No pienso en la Historia, sino en mi historia”, recalca el balear. Y, sin embargo, hay que algo que ni siquiera Nadal puede evitar: su historia es la Historia del tenis. Rafa suma 18 títulos de Grand Slam, dos menos que Roger Federer y dos más que Novak Djokovic. El resto de tenistas de todos los tiempos les miran desde abajo. Cada vez que un miembro del Big Three salta a la pista lo hace para batir al rival de enfrente, pero también a los otros dos. Quieran o no. Federer reconocía, no hace mucho, que sin la pujanza de Rafa y de Nole, quizá ya estaría jubilado. La competencia ha hecho crecer a los tres y ha hecho crecer al tenis. Nunca hubo un trío tan glorioso.
Nadal, como ellos, lucha por historias escalonadas que edifican la gran Historia. Rafa combate por estar físicamente bien, porque la salud es su principal enemigo. Hace un año tuvo que retirarse del US Open en semifinales con una rodilla maltrecha. La última parte del curso se le atraganta a menudo. Si su cuerpo le acompaña, Nadal peleará ronda a ronda, empezando por este miércoles, cuando pulse a Millman, el verdugo de Federer en 2018. Cada peldaño de su cuadro, donde no se toparía con Djokovic o Federer hasta la final, podría llevarle a su cuarta victoria en Estados Unidos. Un ladrillo más para acortar la distancia con el suizo en el escalafón de los Grand Slams, pero también con Nole en la clasificación ATP. Porque ahí aparece otra meta: recuperar el Número 1. Aunque esa será otra historia.