Nadal vuelve al cemento
De la tierra a la hierba, y de la hierba al cemento. El tenis cruza a Norteamérica para afrontar el siguiente tramo de la temporada, que incluye dos Masters 1.000 y la guinda del último Grand Slam del curso: el US Open. Ya está por allí Rafa Nadal, que este miércoles abre su participación en Montreal, casi un mes después de disputar su último partido oficial en las semifinales de Wimbledon frente a Roger Federer. Fuera de la tierra batida, la Copa Rogers es el torneo que mejor se le ha dado al balear, con cuatro victorias. La última la celebró el año pasado, por lo que defiende 1.000 puntos en Canadá. Ese buen mordisco le coloca ante el riesgo de perder el número 2 del mundo, donde lleva asentado desde mayo de 2017, porque el renacido Federer está al acecho. Para conservarlo tiene que llegar a la final. No será fácil.
Nadal encara Montreal como primer cabeza de serie, porque no está Novak Djokovic. Tampoco Federer. Los otros dos miembros del Big Three han elegido Cincinnati para enseñar sus garras antes del US Open. Todavía se desconoce si Rafa jugará también ese Masters 1.000, dependerá sobre todo de cómo le vaya en Canadá. Si no siente la necesidad de puntos, ni de rodaje, optará por no someter su cuerpo a más cargas. Esta parte de la campaña es delicada para Rafa, porque el cemento puede resultar traumático para sus rodillas. El español se siente fuerte y prefiere no planteárselo: “Si piensas negativamente, es más probable que suceda”. Así que Nadal saltará en Montreal pensando en cada rival, en cada ronda, en la defensa del título y en la preparación de Estados Unidos… Con Djokovic y Federer en el horizonte.