Nairo tiene que trabajar

En el Tour, hay que estar siempre muy atento. Cualquier despiste puede provocar que se vean reducidas las opciones de los favoritos al triunfo final en París. Thomas y Fuglsang deben saberlo muy bien. Ambos ciclistas se fueron al suelo, aunque con distinto resultado. El británico pasará por chapa y pintura y podrá seguir peleando; el danés, por contra, verá lo que resta de edición desde casa. No estaba teniendo suerte en la carrera y la retirada ha acabado llegando. Los directores de equipo suelen apretar por el pinganillo. Quieren que sus ciclistas estén juntos y los nervios terminan por hacer el resto.

El Movistar se enfrenta a una papeleta difícil. Quintana, que venía de líder, se encuentra muy lejos del amarillo. Ha dejado de ser el protagonista principal y tiene que trabajar para el equipo. Sus objetivos son otros, ser noveno o décimo no le vale para nada. Ahora, debe ayudar a Landa a buscar el cajón o lanzarse a por alguna etapa, como ya intentó el último día de Pirineos. Las fuerzas cada vez están más justas, si no que se lo digan a Viviani, que no pudo sumar otra victoria porque se quedó sin energías en los últimos metros del esprint. Los esfuerzos extras se pagan y todavía queda pasar por los Alpes.