Habrá Clásico en la final de la Liga Endesa. El FC Barcelona tomó la misma autopista que el Real Madrid y se clasificó por la vía rápida, sin haber perdido un partido en sus dos cruces: 2-0 al Joventut y 3-0 al Zaragoza. Hacía tres años que catalanes y madrileños no se topaban en la lucha por el título ACB. Sí lo han hecho en las dos últimas finales de la Copa del Rey, ambas acompañadas fielmente por la polémica arbitral, y ambas ganadas por el Barça, en contra de la tendencia de las últimos cursos. Ese cambio de dirección tiene un nombre propio: Svetislav Pesic. Desde su regreso a la batuta azulgrana, el entrenador serbio tiene un balance claramente favorable frente a Pablo Laso: 6-2 (4-1 en esta temporada). Si la progresión se repitiera en la final, el trofeo volvería a Barcelona cinco años después. Una larga espera.

Pesic, que cumplirá 70 años en agosto, estaba plácidamente esquiando en Austria cuando recibió la llamada del Barça en febrero de 2018: “Te necesitamos”. Llevaba un año y medio sin entrenar, se le daba por jubilado. Pero aceptó la oferta y regresó al equipo que había hecho campeón de la Euroliga en 2003. Nada más aterrizar conquistó la Copa y terminó con la travesía por el desierto. El último título había sido la Supercopa de 2015, sumaba dos campañas sin acceder a los playoffs europeos, y no pisaba la final ACB desde 2016, ni la gana desde 2014. El Madrid lideró la liga regular y partirá con factor cancha. En las apuestas saldrá con ventaja sobre su eterno rival, pero si alguien puede desviar ese cauce es Pesic, el mejor antídoto para el laureado Laso. A partir del sábado llegarán las respuestas. Se anuncia una gran final.