El Real Madrid pasa en blanco

El Real Madrid ha resuelto sus dos eliminatorias de playoff por la vía rápida, con un paseo inmaculado que le sitúa en la final de la Liga Endesa por octavo año consecutivo, todas ellas con Pablo Laso a los mandos, lo que dice mucho de la competencia de su técnico. El Barcelona encadenó diez, nueve de ellas con Xavi Pascual al timón, así que ahí tiene un nuevo reto. En cuartos endosó un 2-0 al Manresa. Y en semifinales, un 3-0 al Valencia. Pleno. Enfrente, el equipo taronja opuso este lunes más resistencia en su feudo de La Fonteta, pero no fue suficiente ante la engranada maquinaria blanca, impulsada por unos inspirados Campazzo, Rudy y Randolph. El Valencia se marcha de vacaciones con la Eurocup, con su pase a la Euroliga... Y con la entrañable imagen de esas lágrimas en el homenaje a Rafa Martínez.

El Madrid podría conocer este mismo martes su rival por el título si el Barça encadena su tercera victoria ante el Zaragoza. El Clásico se avista en el horizonte tres años después, en esta temporada con el morbo añadido de la polémica final de la Copa del Rey. De vez en cuando, el básquet nos coloca la frescura de un equipo opositor a los dos grandes. En tiempos fue el Joventut, y más recientemente el Baskonia, el Málaga y el propio Valencia. Pero en una carrera de fondo, el Madrid y el Barcelona siempre vuelven, con el sólido soporte de sus estructuras integradas en dos grandes clubes de fútbol. Esa rivalidad balompédica, todo hay que decirlo, también aporta una mayor expectación a una final. Y así entramos en la eterna contradicción de siempre. Es malo que siempre ganen los mismos. Es bueno que el baloncesto se vea.