La presión es para el Madrid

Las semifinales de la Liga ACB arrancan este jueves rebosantes de contrastes. El pistoletazo de salida lo da el Real Madrid-Valencia, con un precedente sonado. Su último cruce fue en la final de 2017... Y el Valencia conquistó su primer título. Los sueños muchas veces se cumplen, esa es la grandeza del deporte. Ambos encaran esta eliminatoria en situaciones muy diferentes. El equipo taronja ya ha cumplido su principal objetivo: se proclamó campeón de la Eurocup y se clasificó para la Euroliga. Puede jugar sin presión. El Madrid protagoniza el caso contrario. Ganó la Supercopa en la apertura de la sesión, pero no alzó la Copa del Rey en casa, ni reeditó la Euroliga. En un club de su presupuesto, de su historia y de su exigencia, no es una buena cosecha. Sólo el alirón en la Liga Endesa salvaría la temporada blanca.

El Valencia ha descansado dos días menos, tras jugar el martes el tercer partido de cuartos ante el Unicaja, un desempate que no necesitó el Madrid con el Manresa. Eso ha creado cierta polémica, que Pablo Laso ha aprovechado para recordar que su equipo ha competido bastante más que su rival: 76-61. En las piernas lo llevan. Los números de la otra semifinal impresionan todavía más, porque el Barça dobla al Zaragoza: 75-36. Los aragoneses se han convertido en la revelación de la campaña de la mano de Porfirio Fisac, tras eliminar al Baskonia, un clásico en estas lides que este año no ha cubierto ninguna expectativa, plagado de lesiones que no se supieron gestionar desde su directiva. Aparentemente, la lucha por el título se encamina a un Madrid-Barcelona, con el morbo que siempre arrastra. Pero hay que jugar.