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FINAL EUROCUP | VALENCIA-ALBA (2-1)

El Valencia, señor de la Eurocup

Los de Ponsarnau arrasaron al Alba Berlín en el tercer partido y festejaron con La Fonteta su cuarto título y el regresará a la Euroliga.

Actualizado a
El Valencia, señor de la Eurocup

Partido, título y Euroliga. Era el doble o nada. A vida o muerte. Y Valencia Basket no falló. Con su gente. En su casa. Todo estaba a favor y los de Ponsarnau arrasaron a un Alba de Berlín que fue diluyéndose hasta hincar la rodilla. Solo les quedó aplaudir al campeón que ya suma cuatro Eurocups y que la próxima campaña volverá a la máxima competición continental.

No arrancó bien Valencia. Parcial de 0-11 para los alemanes en los cuatro primeros minutos. Lo dice todo. Clifford se hacía grande en la pintura, el rebote era de Alba y, además, los de Ponsarnau fallaban de todos los colores. Era muy pronto, pero los fantasmas de Unicaja empezaban a hacer acto de presencia en el pabellón. Justo lo que había que evitar como fuera.

Tras siete ataques nulos, San Emeterio abrió la lata. Los taronja fueron a remolque, no encontraban la manera de meterle mano a un conjunto alemán que estaba ganando la batalla psicológica. Y ahí, empezó a aparecer Matt Thomas tirando del carro hasta reducir la diferencia a solo un punto (17-18) en la primera parada del duelo.

Con dos triples seguidos arrancó Valencia el segundo cuarto y con éstos, el festival que les hizo despegar hasta marcharse al descanso con 12 de ventaja (45-33). Matt estaba en plan ametralladora y Dubljevic sacó la rabia para colgarse del aro y levantar a La Fonteta.

El duelo giraba 180 grados. La defensa taronja estaba siendo devastadora. Labeyrie le comía la moral a Sikma y multiplicaba sus tentáculos para hacerse con todo lo que le caía cerca. Y a partir de aquí Valencia se desató. Will, que no había aparecido todavía, inició una serie de triple de San Emeterio y Matt que relanzó a los taronja.

Aíto no lo veía claro. Lo para. Pero le sale rana. Nada más volver dos pérdidas seguidas y más ventaja para los de casa. Contestó rápido Alba y lo paró Ponsarnau. Valencia vuelve a reaccionar y con un triple de Bojan alcanza su máxima ventaja, 15 arriba, con la que a punto estuvo de cerrar el primer acto de no ser por una canasta de Clifford sobre la bocina con petición de pasos incluida.

Alba notó en exceso la ausencia de Sikma. Estar, estaba. Pero como si no estuviera. El MVP de la Eurocup se fue viniendo abajo él solo y terminó desquiciado. Al término del tercer cuarto sumaba la friolera de cero puntos. Hermannson tampoco encontraba el sitio. Siva y Giedratis aguantaban el tipo de los alemanes pero Valencia había puesto una o dos marchas más y metían más tierra de por medio.

Superada la barrera de los 20 puntos de diferencia, había un mundo de diferencia entre ambos. Will machaba el aro, Sastre y Doornekamp fusilaban desde fuera. Y La Fonteta empezaba a tocar la copa con los dedos. Pero cuidado, el recuerdo de Unicaja todavía hacía mella en algunos (pocos) de los más pesimistas del pabellón.

Pero si había alguno que aún dudaba de que el título se quedaba en Valencia, Dubljevic le quitó pronto los miedos. Arrancó el último cuarto demoledor, imparable. Levantaba a la grada y ésta pedía el MVP para él. Crecía también San Emeterio y con él la ventaja taronja que un triple de Matt y un 2+1 de Will llevaban a los 30.

Abalde se sumaba a la fiesta con otro triple. ‘Campeones, campeones’ en la grada. La Fonteta festejaba. Y el banquillo taronja, también. Solo había que dejar pasar el tiempo y explotar de felicidad. La Eurocup vuelve a hablar español, vuelve teñirse de naranja y Valencia estará el año que viene entre los grandes de Europa.