Márquez... y los demás
No existe un escenario más terrorífico para un deportista que sentirse doblegado incluso antes de empezar a competir. La ambición del triunfo es el motor de la excelencia y pensar que un rival parece más cualificado que uno mismo representa un inconveniente de difícil resolución. Y creo que es lo que está ocurriendo en MotoGP con Márquez. Son muchos, por no decir todos, los pilotos de la categoría reina del Mundial que asumen que el catalán está un paso por delante del resto. Al menos hoy por hoy, cuando se encuentra en un estado de gracia tan abrumador que acabar segundo ha empezado a ser un buen resultado para los demás. Por supuesto que lo intentan, faltaría más, pero la hegemonía de Marc es tal que admitirlo entra más en la categoría de lo evidente que de la sumisión.
Jamás diré que en una especialidad del motor hay un campeón antes de que matemáticamente lo sea. Son tantos los factores que pueden influir en el desenlace y tantas ocasiones en las que hemos asistido a sorpresas inimaginables que no tendría semejante atrevimiento. Sin embargo, pienso que en condiciones normales el título 2019 de MotoGP vuelve a tener dueño indiscutible. Cuando me refiero a esa normalidad lo hago, fundamentalmente, a la ausencia de lesiones. Si Márquez no sea cae y se hace daño, a día de hoy nadie puede plantarle cara con solvencia y consistencia en esa batalla por el número uno de MotoGP. Entiendo que esto le resta emoción e incertidumbre al certamen... pero qué le vamos a hacer. En contrapartida podremos contar que asistimos a un fenómeno de los que marcan época en un deporte.