Rubiales ganó a Tebas por incomparecencia
Rubiales exhibió músculo en la Asamblea de la Federación, en la que Tebas prefirió no comparecer, barruntando su derrota. El resultado fue un marcador espectacular. Sacó adelante su proyecto para la Copa, que profundiza más en el fútbol modesto, reduce las eliminatorias a un partido hasta semifinales y libera dos fechas. Sacó adelante su plan para la Supercopa, en enero, a la vuelta de Reyes, aprovechando fechas de Copa, porque sus participantes no entrarán en ella hasta la tercera ronda. Y sacó adelante su nueva Liga Femenina, que viene a revocar el modelo actual. Todas las votaciones las ganó por una mayoría aplastante.
Con lo de ayer, Rubiales extiende unas líneas rojas que le achican el espacio a Tebas, reclamando para sí territorios que éste ocupó en los tiempos en que Villar dejaba hacer, con tal de que le dejaran en paz. Convendremos en que fue para bien. Todo lo que ha hecho Tebas en estos años ha sido bueno o muy bueno, con rarísimas excepciones. De lo de ayer, me parece particularmente peligroso llevar el cisma hasta la Liga Femenina, que está funcionando de cine, y que es criatura aún demasiado frágil para sobrevivir entre dos carneros que se topan. Hay mucha gente manteniendo los clubes con gran esfuerzo que no merece estos líos.
Ahora veremos el contraataque de Tebas. Lo sabio sería no andar de juzgados, ni poner en extremo compromiso a la secretaria de Estado para el Deporte, que, como toda mujer, repudia en lo íntimo los pleitos en los que la testosterona manda sobre el raciocinio, y ése es el caso. Rubiales debería, con nobleza, reconocer en su interior la importancia que ha tenido Tebas para la última explosión de nuestro fútbol; y Tebas debería, con la misma nobleza, devolverle a la Federación territorios que fueron de ella, que Villar abandonó, que él ‘okupó’ y que Rubiales pretende recuperar a bayoneta calada. Y no es eso, no es eso...