No era el momento de esta fiesta
Ni era el momento ni la hora en esta eliminatoria. Quieras o no cuando estás metido en un lío como está el Villarreal, tu cabeza está en lo que tiene que estar, que no es otra cosa que salvar la vida. Así, el Villarreal sabía que frente a este Valencia debía tener un perfil bajo y esperar su oportunidad. El problema es que el Submarino lo vio hecho, en un momento en el que lo tuvo muy cerca. La segunda parte de La Cerámica hizo que el equipo buscara la semifinal.
La cabeza le pedía más pero el cuerpo no estaba para esa fiesta. Sin piernas frescas vio cómo el Valencia lo mataba en el descuento de la ida. Lo de Mestalla fue un trámite. El Villarreal estuvo aseado pero lejos del milagro. Aunque en esta eliminatoria, los amarillos se llevan la sensación de que, estando sólo un poquito mejor, no estaban tan lejos de alcanzar el gran objetivo. Ahora, lo que sí toca es ganar al Leganés en el fin de semana para salvar la vida.