El mecenas del Esfuerzo

Hace 40 días, un ejecutivo de la Fundación Trinidad Alfonso me aconsejó confidencialmente que reservara el 9 de abril en mi agenda para viajar a Valencia, porque iba a poder disfrutar de una doble fiesta deportiva. Por la mañana estaba prevista la presentación de la séptima edición del Proyecto FER, un programa de becas que ya apoya a 126 deportistas y 13 técnicos de la Comunitat Valenciana. Una gala del deporte español. Y por la tarde se iba a celebrar el primer partido de la final de la Eurocup con el Valencia Basket de anfitrión. Uno de los grandes misterios es cómo ese ejecutivo había planificado los dos eventos coincidentes en la misma fecha, cuando el equipo todavía andaba por la fase de cuartos. La jugada finalmente salió bien. Todo es tener confianza. Y aplicar con fe la Cultura del Esfuerzo.

Su último lema, #EsPotFER, reincide en la idea: Se puede hacer. Detrás de Trinidad Alfonso y del Valencia Basket está Juan Roig, un empresario de éxito que se ha convertido en el mecenas deportivo de la región. El año pasado invirtió 25 millones, pero más allá de la cifra se encuentra su legado. Ahí tenemos esa majestuosa Alqueria del Basket que ayer acogió el acto. O ese nuevo pabellón que se proyecta con 17.000 espectadores. O esa maratón y esa media maratón que han transformado la ciudad del Turia en la ciudad del running. Roig, como hace con sus trabajadores, es buen pagador, pero también exigente. Ahora quiere medio centenar de olímpicos en Tokio 2020: “Y si son 55, pues mejor”. Pero, por encima de todo, lo que pide es esfuerzo. Así llegan las medallas y los títulos. Esta semana le toca al baloncesto.