Bautista: de triplete en triplete

Álvaro Bautista lo volvió a hacer: nueve de nueve. Tercera cita de la temporada en el Mundial de Superbike y tercer triplete consecutivo del talaverano. En esta categoría se disputan tres carreras en cada gran premio y Bautista las ha ganado todas. Más allá de la suma de victorias, está la sensación que deja en el circuito, esa autoridad incontestable sobre la Ducati Panigale. Nadie puede hacerle sombra. El segundo clasificado también lleva pleno, pero de segundos puestos. En este caso se trata del tetracampeón Jonathan Rea, que dominaba en los Mundiales anteriores con su Kawasaki como Bautista lo hace ahora. El británico ya se ha rendido: “No tenemos ninguna posibilidad de ganar carreras”. Así que prepárense para el paseo del español, a no ser que Dorna proponga algún ajuste para igualar la competición.

El dominio de Bautista nos abre tres cuestiones sobre la superioridad del piloto y de su moto, y sobre la inferioridad de sus rivales. Hay un poco de todo. Bautista rebosa calidad: fue campeón del Mundo de 125cc en 2006 y seguramente no lució más en sus nueve años en MotoGP porque no manejó la montura adecuada. A sus 34 años, quien tuvo, retuvo. La Ducati también se ha demostrado más potente que la Kawasaki, que era la que copaba los triunfos hasta ahora. Y respecto a sus opositores, parece evidente que, de momento, se encuentran en otro peldaño. No es que sus rivales sean malos, es que Bautista está acostumbrado a codearse con los mejores pilotos del mundo en MotoGP. Y eso se está reflejando sobre las motos derivadas de serie: el Mundial de SBK. Una merecida nueva vida para un piloto de muchos quilates.