Cuando fue presentado en el Bernabéu, Thibaut no podía imaginarse el año tan complicado que le esperaba en el Madrid. Recién llegado como mejor portero del Mundial, se sabía la apuesta del club para el futuro de la portería. La presencia de Navas podía incomodar, pero nadie dudaba de que el costarricense tendría que asumir su suplencia y pensar en salir. Ya desde el inicio todo se torció con el empeño de Lopetegui en poner a Navas en Champions. Al belga ya se le vio cara de sorpresa.

El cambio en el banquillo pareció arreglar el entuerto, pues Solari apostó por Courtois, pero la dinámica negativa le arrastró a actuaciones grises que pusieron en cuestión incluso su estado de forma. Para colmo, envuelto además en historietas faranduleras, vuelve Zidane, defensor con uñas y dientes de Navas, como ya demostró boicoteando la llegada de Kepa. ¿Convencerá Courtois a Zizou o no le compensa sentirse examinado y en desventaja? O espabila o no es descartable una posible salida.