Alonso, el piloto total
Sinceramente, no tengo la menor idea sobre si Alonso participará algún día en el Dakar. Diría que ni él lo sabe en este momento. Pero me encantaría que fuera así, se trata de una de mis competiciones favoritas y conocer cómo se desenvolvería el asturiano en ella me parece interesantísimo. De su talento al volante nadie en su sano juicio puede dudar, solo que ya sabemos que el gran raid por antonomasia es mucho más que velocidad, el desafío trasciende al puro pilotaje y los mejores especialistas deben atesorar otra serie de cualidades que tendríamos que descubrir en un recién llegado. Ya disfrutamos de un proceso similar con Carlos Sainz (incluyendo, por supuesto, sus dos victorias) y repetirlo con Alonso sería una estupenda noticia para los aficionados.
Puestos a especular, porque no creo que se pueda hacer mucho más por ahora, resulta evidente que la posibilidad no es en absoluto descabellada. Su tendencia a los retos es reconocida y también su ambición de convertirse en algo así como el piloto total. Campeón del mundo de Fórmula 1, vencedor en Le Mans, aspirante al trono de Indianápolis… ¿por qué no también señor del desierto? Para Toyota, su marca actual, supondría un acicate valiosísimo; para los favoritos, una motivación añadida y para el espectáculo, un auténtico puntazo, nadie más mediático que él para darle un espaldarazo a una prueba que afronta algunas incertidumbres. Por ahora asegura que se lo está pasando en grande en un escenario tan diferente para él. Y ése, sin duda, es un buen comienzo. Veremos…