Ya en el cuatrienio glorioso de la Selección (2008-2012) tuvimos partiditos como el que nos hemos marcado ante Malta. Son partidos de cine negro, pero de película de Serie B, en los que la trama pasa por saber cuando logrará la Selección romper los sistemas ultradefensivos del rival. Morata desentrañó el misterio en el minuto 31. Dicen que el fútbol actual se ha igualado mucho y es cierto, pero ya en 1983, cuando España visitó Malta en la ida del 12-1, ganó 2-3 y sufriendo mucho.

En este partido en Malta no hubo giro de guion y la Selección no sufrió lo más mínimo. España lo intentó todo para ofrecer un triunfo más holgado. Fue más aburrido por la tele que en el campo. Y Morata volvió a marcar en el segundo tiempo. Se estrenó en la era Luis Enrique (¡Ánimo Lucho!) por partida doble. Cuando hace gol Álvaro esboza una mueca que no se vio en el rostro de Humphrey Bogart interpretando el Halcón Maltés. Como aquella estatua que fue el tributo que pagaron los Caballeros de Malta por la isla al rey Carlos V, Morata es un delantero muy valioso. Como el Halcón Maltés, Morata es un delantero muy buscado. Y tenemos la suerte de que es delantero de La Roja.