Joana Pastrana populariza el boxeo

Joana Pastrana abre camino. No es una pionera en sentido estricto, porque antes ya hubo otras boxeadoras como Esther Páez (la primera licencia), Loli Muñoz, Soraya Sánchez y la recientemente fallecida María Jesús Rosa (también campeona mundial). Pero Joana sí es la púgil que está logrando popularizar el boxeo femenino. Varias son las razones. La primera son sus títulos, que en estos tiempos son sancionados por los grandes organismos del boxeo, a diferencia de antes, cuando las mujeres peleaban con asociaciones propias. Pastrana fue campeona de Europa por la EBU y lo es del Mundo por la FIB. Ilustres cinturones. El eco de sus éxitos ha conseguido que las licencias femeninas se hayan multiplicado por cinco. Ese crecimiento coincide, además, con un auge generalizado del deporte femenino.

Las licencias aumentan, en parte, porque cohabitan en el tiempo varias campeonas en disciplinas diversas: Carolina Marín, Lydia Valentín, Mireia Belmonte, Sandra Sánchez, Ana Carrasco, Ana Peleteiro... Joana surfea en esa ola hasta haberse convertido en el primer Premio Nacional del Deporte en el boxeo. Otro hito. El sábado defendió su corona ante 2.000 aficionados en Moralzarzal, con María José Rienda a pie de ring. Por fin sintió el calor cercano del público: “Hay gente que no le gustaba el boxeo, y ahora le gusta por mí”. Su próxima meta es unificar cinturones, una gesta que no ha logrado ninguno de los 14 campeones mundiales españoles. A ser posible en revancha con la alemana Tina Rupprecht. Y ya puestos, en un gran escenario, con llenazo. ¿El WiZink Center? Joana nunca deja de soñar.