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Al Madrid le queda una bala... de cañón

Se lo dijo Valdano a Roncero, hace unos pocos años, cuando el Madrid vivía el peligro de perderse en la nada el año de su Centenario. Se habían ido la Liga y la Copa. Fue entonces cuando Valdano le dijo a Roncero, en entrevista para As, aquello: “Al Madrid le queda una bala, pero es de cañón”. Aquel cañonazo cuajó en la Champions, tras la que vinieron la Supercopa de Europa y la Intercontinental. Era el año del Centenario, que el Madrid enmendó a partir de esa condición tan suya de acreditarse más allá de los Pirineos, donde sempre obtuvo el mayor de los reconocimientos. Aún hoy sigue siendo así. El Madrid está ya fuera de la Copa y de LaLiga, pero en la Champions pisa fuerte.

“Queda una bala, pero es de cañón”, dijo Valdano tras aquella derrota ante el Depor en el Bernabéu. Y funcionó, como les he recordado, porque el Madrid acabó triunfalmente ese año siendo campeón sucesivo de la Novena, la Supercopa de Europa y la Intercontinental. Hoy la pregunta es si hay bala y si hay cañón para repetir eso. La bala sería Cristiano, que ya no está, el cañón sería el equipo, que veo un tanto desencuadernado. Del Madrid campeón de las tres últimas Champions quedan algunas piezas firmes en la cureña, significativamente Sergio Ramos y Benzema, más la mecha, aún seca y firme, de Modric. Con eso trata el nuevo artillero jefe, Santiago Solari, de recomponer la batería.

El de esta noche en el Bernabéu no es un partido menor. El 1-2 de la ida mueve al optimismo, pero no garantiza nada. El Ajax ya no es aquel equipo glorioso que transformó el fútbol en la primera mitad de los años setenta, pero la inseguridad que ha mostrado el Madrid en sus últimos partidos en casa crea dudas. Particularmente, echo en falta la seguridad que da Sergio Ramos atrás. En estas horas previas al partido veo cada minuto más absurda su provocada tarjeta, incluso más allá de su segundo partido de sanción. No creo que ante el Ajax al Madrid le sobre tanto. En fin, que hoy el Real Madrid se juega a cara o cruz algo más que unos meses de seguir ilusionando a su gente.