Tebas y Rubiales, la avenencia desavenida
Cristiano desembarcó en Madrid para disputar la ida de la más emocionante eliminatoria de Champions, el mismo día que Rubiales planteaba un proyecto interesante para el fútbol español: una Supercopa por todo lo alto, cruzando a los dos finalistas de la Copa con los dos primeros de LaLiga, en algún lugar de Asia o América. Una idea expansiva de nuestro fútbol, del tipo de la que manejó Tebas para su fallido encuentro en Miami. El mismo fin, en definitiva: aprovechar el gran momento de nuestros clubes para extender la marca España-fútbol a otros continentes. Difícil de montar, quizá, como lo de Miami, pero conviene estudiarlo.
Tebas, claro, ha mostrado su oposición en cuanto lo ha sabido. Le ha encontrado inconvenientes. Se pregunta si nuestros grandes clubes estarían dispuestos a condicionar sus lucrativas giras de verano para esto. Quizá sí, quizá no, quizá se pueda encajar esta ‘Supercopa a cuatro’ con sus enjuagues con Stilingo. Lo que me llama la atención es que el partido de Miami, frustrado, y este proyecto de Supercopa apuntan a un mismo fin, la proyección universal de nuestro fútbol. Un mismo fin, pero que si lo plantea el uno el otro no le ve más que los problemas y viceversa. He aquí dos buenos gestores que se desgastan en su enfrentamiento.
Lo siento de verdad. Me parece que hay un contagio en ambos de la mala política española de estos tiempos. Algo de “qué dice el otro que me opongo”. Y, si es posible, suelto una frasecita menor y chinchorrona, para irritar más. Quizá sea que ambos ven demasiados telediarios, donde lo que se aprende es eso. Mejor si se vieran más entre ellos. Su visión a medio y largo plazo del fútbol es muy parecida, casi idéntica, pero en lugar de poner en común eso que comparten buscan los detalles en torno a los que discutir. En fin, vuelvo al principio: aterrizó Cristiano y ahí está el Atleti para hacer valer su poderío. Cristiano contra Griezmann. Ese es otro duelo.