Todo iba mal hasta que apareció Vinicius
Iba una hora de juego y estaba el partido apretado cuando Reguilón metió un balón largo a Vinicius, que se fue por su lado, desencajó la defensa del Ajax y entregó a Benzema, que cruzó un remate tenso, duro, por arriba, imparable. Ahí se acabaron los problemas del Madrid que con Bale a la derecha, en lugar de Lucas, con un Casemiro un tanto despistado y ante un Ajax crecido y con moral, estaba dando una medida inferior a la de sus últimos partidos. Un poco de confianza, quizá, otro poco de elevación del Ajax sobre el nivel de sus últimas apariciones y una pizquita de por qué Bale en vez de Lucas Vázquez. ¿A qué venía eso?
El caso es que el Madrid navegó mal en la primera parte, de la que salió indemne gracias a que el VAR, que esta semana se ha estrenado en la Champions, mandó al limbo un gol del Ajax. ¿Por qué? Porque Tadic estorbó a Courtois en la instancia final. Jugada gris, que cayó de cara para el Madrid. Ese gol-no-gol marcó quizá el momento de mayor apuro del Madrid, al que la velocidad del Ajax estaba desconcertando. A partir de ahí, ganó la orilla del descanso sin daño, luego el Ajax se tomó un respiro y la jugada Reguilón-Vinicius-Benzema, que dio lugar al 0-1, dibujó un nuevo rumbo para el partido, que ya ganaría el Madrid.
Coincidiendo con ese gol, se fue Bale, cuya aparición en el equipo de salida en sacrificio de Lucas Vázquez no resultó convincente. Y no sólo por injusta, que desde luego lo fue, sino porque Bale puede todavía tener una utilidad en este equipo, importante, con sus comparecencias a partido avanzado, cuando su zancada puede sacar provecho de cansancios y desajustes. El equipo no son los once de la primera foto, sino 16 ó 18, y quizá el mejor papel posible para Bale sea el de aparición determinante en la segunda parte, como ha pasado últimamente. Por lo demás, me sigue gustando Reguilón en una zona que Marcelo descuidó mucho.