Ajax, la gran víctima de la ‘ley Bosman’

Este Ajax al que visita hoy el Madrid me provoca respeto y admiración, aunque esté lejos de sus mejores días. Allí nació una revolución del fútbol, entre finales de los sesenta y primeros setenta, de influencia muy benéfica para el futuro. El Barça, vía Cruyff, sacó provecho de aquello. Durante muchos años, el equipo de Ámsterdam ha seguido siendo una gran escuela de jugadores, algo que, para su desgracia, ya no le aprovecha en lo deportivo. Quizá haya sido el más perjudicado de todos los clubes por lo que dimos en llamar ‘ley Bosman’. La libre circulación permite a sus jugadores irse muy jóvenes, en busca de clubes grandes y poderosos.

Este al que visita hoy el Madrid es un equipo al que le ha pasado lo que a los grandes clubes sudamericanos: tiene gente muy joven o veteranos, entre ellos Huntelaar, que tuvo un fugaz paso por aquí. Su última perla, De Jong, que tiene 21, pasará al Barça este verano. Ya está firmado. Y se da por seguro que el central De Ligt, de 19, saldrá en breve, con destino a cualquiera de los grandes de Europa, que se lo están rifando. Es dura la vida del Ajax, enseña de un campeonato que se les queda pequeño a los grandes jugadores que fabrica. Hoy ya no sería posible aquel Ajax de los tres títulos europeos consecutivos.

De hecho, esta es la primera vez que pasa la fase de grupos desde 2006. Llega en una situación rara, pues hizo un primer tramo de su campeonato sensacional, pero desde el parón del invierno se ha venido abajo y eso incluye una dura goleada ante el Feyenoord, su enemigo natural. En este periodo en el que parece desinflarse le toca recibir a un Madrid que va hacia arriba y que se siente feliz en esta competición. Anda tan bien que quizá Solari se permita hoy darles bolilla a Marcelo y a Bale, dos titularísimos a los que recetó jarabe de banquillo, para bien de Reguilón, de Vinicius y del equipo. Ahora les toca hacer méritos.