Lindsey Vonn se retira a lo Contador
Lindsey Vonn se retira a lo Alberto Contador. O a lo Javier Fernández. Uno se bajó de la bicicleta el día después de ganar en el Angliru. El otro colgó los patines tras encadenar su séptima corona de Europa consecutiva. Y ella se deslizó hacia la medalla de bronce en su último descenso en los Mundiales de Are. Es el broche soñado por cualquier deportista. Desde lo más alto. Vonn deja un historial brillante, con ocho podios mundiales (dos oros), tres olímpicos (un oro), cuatro Globos de Cristal absolutos y 16 en las diferentes disciplinas... Y un récord meteórico: sus 82 victorias en la Copa del Mundo la convierten, de largo, en la mujer más laureada, tras superar a Annemarie Moser-Pröll (62). Tuvo cerca la plusmarca total de Ingemar Stenmark (86), pero las lesiones frenaron la caza.
Lindsey Vonn ha sido mucho más que un gran palmarés. Quizá en España, por nuestra menor tradición invernal, cueste entender su verdadera dimensión. En sus 19 temporadas en la élite, Vonn se ha convertido en un icono mediático que ha competido en gloria y carisma con los mejores deportistas del planeta. Y lo ha hecho en un deporte, el esquí alpino, donde hay igualdad de premios y oportunidades entre mujeres y hombres. Es más: Mikaela Shiffrin lleva dos campañas, y se encamina a la tercera, que ha ingresado más dinero que el siete veces campeón masculino, Marcel Hirscher. Vonn se retira, sí, pero deja heredera. Shiffrin, estadounidense como ella, tiene, a sus 23 años, cuatro oros mundiales, dos olímpicos, dos Globos, 56 triunfos en la Copa... Y una proyección infinita.