El baloncesto es propenso a tomarse unas largas vacaciones de verano. Y más en años sin fases finales por selecciones, como ha sido este 2018. Si encima juegas en la NBA y no te clasificas para los playoffs, el reposo se va más allá de los cinco meses. Sin embargo, en las Fiestas Navideñas pasa todo lo contrario: el baloncesto no para. De hecho, la liga norteamericana marca el 25 de diciembre como una de sus grandes fechas. Normalmente ese día se reedita la Final de la temporada anterior, aunque en esta ocasión los campeones Warriors se han medido a los Lakers de LeBron James. También hubo un duelo entre los dos últimos MVP: Harden contra Westbrook, Houston contra Oklahoma. En Estados Unidos el concepto del deporte es muy familiar… ¿Y qué fechas hay más familiares que la Navidad?

En Europa no se ha llegado a tanto. Aun así, la competición de baloncesto no ha frenado y la Euroliga se ha alternado con la Liga Endesa como en cualquier otra fecha de la temporada. Esta misma semana hemos visto al Real Madrid enfrentarse al Fenerbahçe y la próxima lo hará contra el Maccabi. La estrategia de colocar buenos partidos de la liga nacional también se imita en España, con buen criterio. Este domingo tenemos un Baskonia- Real Madrid, de lo mejorcito que se puede ver acá, y el Día de Reyes se celebrará el derbi Estudiantes-Madrid, mientras que el Barcelona visitará una de las canchas más animadas del campeonato: Burgos. El básquet se promociona así entre los más pequeños, atrae a las familias… Y, de paso, obtiene un mayor retorno al prolongarse durante unas fechas con menor competencia deportiva.