Aquella entrada de Kolasinac a Jesé...
El 18 de marzo de 2014 cambió la vida de Jesé. Para mal. En su camino se cruzó Sead Kolasinac, un jugador de padres bosnios pero que nació en suelo alemán (Karlsruhe). Al poco de empezar aquel Madrid-Schalke de Champions, Kolasinac entró a Jesé con una fuerza desmesurada en una acción sin peligro cerca del córner. Una entrada inexplicable y de alto riesgo. Así es Kolasinac, que tres meses más tarde se hizo célebre en Brasil al convertirse en el jugador de la historia de los Mundiales en meterse antes un gol en propia puerta (fue en el Argentina-Bosnia: batió a su portero a los dos minutos y 22 segundos...).
La lesión de ligamento cruzado de Jesé fue terrible y desesperanzadora para el talento canario. Acababa de cumplir 21 años y frenaba en seco una proyección que en esa noche europea tenía a Di María y Bale en el banquillo... Cristiano le mimaba porque veía en él un futuro aliado para su descomunal juego de ataque. Pero Jesé encajó mal el infortunio, tardó mucho en regresar a los terreno de juego y se equivocó al muscularse en exceso, perdiendo esa velocidad y verticalidad que lo convertían en un demonio para las zagas rivales. Jesé cometió errores y hoy tiene la valentía de reconocerlos públicamente. El fútbol debe darle otra oportunidad.