Los Atlético-Barcelona eran hace unos años los partidos más divertidos del campeonato. Había goles, muchos de ellos golazos, emoción, ida y vuelta, y la sensación de que nadie sabía lo que podía pasar. Algunas de las grandes alegrías se las llevaron los seguidores rojiblancos en los partidos ante el Barcelona. De un tiempo a esta parte, parece que ya se sabe lo que va a ocurrir. Máxima igualdad, pocos goles, pocas ocasiones, mucho respeto, y al final es el de siempre el que decide el encuentro. El Atlético más competitivo de su historia se estrella una y otra vez ante el Barcelona en el torneo liguero. Se estrella contra Messi, porque es el argentino el que muchas veces decide el choque. Al equipo del Cholo siempre le falta algo para llevarse el triunfo. Está a punto de ganar, pero...
Por eso no es de extrañar que el Atlético le tenga ganas al encuentro. Muchas. En el entrenamiento del miércoles se le vio a Simeone más motivado que nunca, muy encima de sus jugadores, corrigiendo a Rodrigo, a Saúl, pidiendo a Lemar participar mucho en el juego, pidiendo morder al rival en cada jugada, en cada balón... El Atleti es eso en cada encuentro, pero en éste tiene que ser aún más. Estos últimos Atleti-Barça no son como los de antes, aunque uno siempre espera mucho de este encuentro. Y el Wanda Metropolitano también puede ser decisivo. Ante el Dortmund y frente al Athletic se vivieron dos fiestas en el estadio rojiblanco. Y ya se sabe que no hay dos sin tres. Nadie sabe lo que es sufrir como el aficionado rojiblanco. Y nadie sabe divertirse como el hincha atlético... cuando la ocasión lo requiere.