La ATP borra la Davis de Piqué

Las principales figuras del tenis llevaban muchos años quejándose de la tradicional Copa Davis, por más de una razón. Porque trastocaba el calendario con desplazamientos largos, con cambios de superficies, con partidos interminables, sin apenas retorno económico o de puntos... Sus reiteradas ausencias aconsejaban un nuevo modelo. Y entonces apareció Gerard Piqué, con una idea que solventaba gran parte del problema: una Davis en sede única como cierre de la temporada. Lo que tenía que haber sido un proyecto aplaudido por aquellos que tanto se lamentaban, ahora resulta que tampoco gusta. La excusa predominante es que los tenistas ya andan fatigados en esas fechas de final de campaña. Las habituales bajas por lesión en el Masters así lo confirman. Pero también parece obvio que existen otros motivos...

Voy a empezar por Roger Federer, a quien su etiqueta de gentleman no le impidió cargar contra Piqué, “porque es muy extraño ver a un futbolista entrometido en el negocio del tenis”. La frase ya desprende cierto clasismo, pero hay más cosas. Federer organiza la Laver Cup, un atractivo torneo extraoficial, cuyas fechas de septiembre se están manejando para reubicar la Davis. A esos intereses propios se unen los de la ATP, que este jueves presentó la Copa del Mundo, una competición en su día fracasada, ahora reactivada como apertura de año, para borrar la Copa Davis del mapa. Nole Djokovic, que preside a los tenistas, también apoya ese torneo. Todos lo hacen, menos uno. Rafa Nadal se ha desmarcado y ha evitado el vídeo promocional, porque ya dio su palabra a Piqué y a Madrid. De momento es el único salvavidas de la nueva Davis.