Sobre Ronaldo, Solari, Vinicius y Bale

Un buen Valladolid, reascendido este curso y ya en puesto UEFA, viene al Bernabéu a examinar el estado del enfermo. El enfermo, claro, es el Madrid, que dio síntomas de mejoría en Melilla de la mano del doctor Solari, pero habrá que verle en un clima más frío. Viene, eso sí, con un amigo al frente, Ronaldo, que hoy compartirá honores con Florentino en el palco. De Ronaldo me dicen que está casi sorprendido de cómo de bien le va esta inversión. Y para Valladolid ha sido un golpe de popularidad internacional que ha venido acompañado por buenos resultados. Y de positividad. Desde que él llegó, los resultados mejoraron.

En el Madrid, el público está expectante. Florentino tiene bastante bien controlado el sonido del Bernabéu, con ese escuadrón blanco en el Fondo Sur, pero por primera vez hay mucha gente que critica abiertamente su gestión. Estos años de ahorro para tunear el estadio hacen añorar una mejor plantilla. Ahora se entiende mejor por qué se fue Zidane, y hasta Cristiano. Y la pretensión de que con Bale y Benzema bastaría para mantener al Madrid arriba está resultando un fiasco. Bale está, más que nadie, en entredicho, porque a Benzema se le ve como un místico despistado que hace lo que puede, pero con él no hay ya indulgencia.

¿Le pondrá hoy de titular Solari o tirará de Vinicius? Esa es la duda con la que vamos a ir al Bernabéu. La gente desea a Vinicius, aunque sólo sea como revulsivo, para ver algo nuevo. Y, en efecto, tiene algo especial, aunque falta ponerle a prueba arriba. Pero es que mejorar al descomprometido Bale y (siento decirlo) al desplomado Asensio, no parece hoy en día proeza de titanes. Lo que sí es seguro es la defensa, porque no hay más que los que hay. Tendrán que estar más finos que nunca, porque si el Valladolid marca por delante cualquiera sabe la reacción que podemos esperar. La situación no soporta ya nuevos contratiempos.