El VAR falla en lo tocante a expulsiones
Dentro de las cosas del VAR, todavía perfectible en su aplicación en LaLiga, lo que peor estoy viendo es el apartado de expulsiones por juego brusco grave. Hemos asistido a escenas tremendas en lo que va de competición, que no ha apreciado en su gravedad el árbitro de abajo, y tampoco le ha alarmado el de arriba, con todas las imágenes a su alcance. En la última jornada hubo tres especialmente llamativas, que aquí detalla Iturralde. Una de ellas tremenda, la peligrosísima entrada pie en alto del atlético Savic al realista Sangalli. Me causa desilusión que no esté sirviendo tanto como esperaba para reprimir la violencia.
Quiero detenerme en la jugada de Savic ante Sangalli porque ahí andaba Mateu Lahoz. ¿Es posible que no la viera? Hay cosas que un árbitro puede no ver, o puede ver mal, pera esta no es de ellas. Esta pertenece a la larga serie de testimonios de la inutilidad de Mateu Lahoz, elevado a la falsa posición de número uno simplemente por la influencia de la Federación Valenciana, que con Villar se posicionó muy bien. Ha sido el más corregido por el VAR, tres veces por De Burgos... que dejó de acompañarle. El otro día lo hizo Melero López. ¿Tampoco este vio, en la tele, la barbaridad? ¿O le dio miedo importunar al cacicuelo?
Pero no me quiero quedar en Mateu y en Savic. Se han dado más casos, todos los hemos visto. Conviene animar a los árbitros de VAR a utilizar el ingenio para el más noble de sus posibles usos, el de acabar con los violentos. La cúpula arbitral ya ha detectado el problema, me dicen, y están en ello. Pero así como estamos viendo que se entra en jugadas de área que no son para tanto, o son opinables, lo que crea confusión, se está dejando pasar otras de violencia en las que todos estaríamos de acuerdo. Ya hay quien piensa que hará falta tiempo para crear buenos especialistas de VAR. Al fin y al cabo, es un instrumento nuevo y todo es aprender.