¿Quién se apunta a ‘hacer un Leicester’?
“No importa lo que suceda al final de temporada, nuestra historia será importante para todos los aficionados al fútbol. Estamos transmitiendo un mensaje a todos aquellos que algún día les dijeron que no eran lo suficientemente buenos”. La frase resume con una precisión casi científica lo que representa este Espanyol.
Aunque pueda ajustarse a la nueva realidad perica, no fue pronunciada por ningún jugador de la plantilla. Tampoco por Rubi. Lo dijo Ranieri en el durante de ese año que le llevó a tocar el cielo como nunca antes.
No existen grandes similitudes técnicas ni tácticas, más allá de las forzadas, entre aquel gran Leicester y este prometedor Espanyol. Donde sí las encuentro es en lo intangible, en el espíritu. En ese runrún de que algo puede pasar. Por lo que sea, ese espíritu cuando llega cala bien profundo. Incluso estoy viendo a mi padre, que nunca fue perico ni amante de los aspavientos durante el fútbol de sofá, celebrar los goles del Espanyol.
Nadie le exigirá a este equipo lo de ese Leicester, ni siquiera ocupar puestos de Champions (de momento, que nos conocemos). La principal exigencia tras este casi finiquitado primer tercio de temporada es la de aprovechar el espíritu, ahora que parece haber llegado. Nosotros, como también dijera el técnico italiano, solo “queremos seguir soñando. No nos despierten, por favor”.