Los Juegos de la Juventud que se inauguraron este sábado en Buenos Aires son los Juegos del futuro, se miren por el lado que se miren. Obviamente, son el futuro por la edad de sus participantes, entre 15 y 18 años. En esta versión mini tenemos a los medallistas olímpicos del mañana. Volveremos a verlos en los grandes escenarios. Una esperanza que en la delegación española representa como nadie María Vicente, la abanderada, plusmarquista mundial de pentatlón y heptatlón en su categoría. La Supergirl de nuestro pujante atletismo. María Vicente también forma parte de la mitad femenina de estos Juegos de la paridad. Por primera vez en una competición organizada por el COI habrá tantas mujeres como hombres: cerca de dos mil por género. Bienvenidos al futuro.

En los primeros Juegos Olímpicos, en Atenas 1886, no hubo participación de mujeres, porque lo tenían prohibido. En los últimos de Río 2016 ya aumentaron al 45,2%. La tendencia es imparable. Y España se sitúa en primera línea. La expedición enviada a Buenos Aires está compuesta por 47 mujeres y 39 hombres, unos dígitos que hacen justicia a la competitividad femenina en los Juegos Olímpicos, donde llevan dos ediciones consecutivas liderando el medallero español. Un último rasgo del futuro lo encontramos en los deportes que conforman el programa. Aquí se estrenan el fútbol sala y el balonmano playa, con la vocación de dar el salto olímpico. Incluso estará presente como exhibición el frontball, que no es otra cosa que la pelota, acondicionada para un futuro que ya está aquí.